Sobrevivientes de maltrato, abandono y accidentes, Pluto, Negrita, Dana, Lassie, Lola y muchos peluditos más, albergados en el refugio municipal de Lourdes, Colón, están ya desparasitados, vacunados y listos para ser adoptados por una familia humana que les brinde una nueva oportunidad.
La llegada de visitantes despierta de inmediato la curiosidad de Pluto, un peludo de talla mediana y pelo negro que ladra con dificultad. Aunque patojea, se mueve emocionado de un lado a otro, como si saludara con el movimiento de su cola a los extraños que visitan su hogar temporal.
Este peludo es considerado un guerrero, no solo porque sobrevivió de moquillo, sino además a un accidente donde resultó gravemente afectado de sus dos patas traseras. Lo encontraron en los huesos, en un basurero y sin poder moverse.
“Creímos que no lo lograría, pero nos ha demostrado que quiere vivir y que está listo para una segunda oportunidad”, cuenta Nelly Ortega, delegada de la alcaldía de Lourdes y una de las más interesadas en cuidar y encontrar un hogar a todos “sus niños” albergados en el recinto municipal.
Pluto es uno de al menos 40 peluditos de este refugio temporal de la comuna, que han sido rescatados de las calles, han sorteado violencia, abandono y mucho sufrimiento, pero que, poco a poco, se han ido recuperando.
Con Pluto también está Negrita, otro can de pelaje oscuro, que fue recuperada de un basurero y ya ganó peso suficiente para marcharse del refugio o Lana y su hermana Dana, rescatadas cuando eran bebés de una canaleta, que ya están regordetas y sanitas.
Asimismo, Lola y Lassie, cuyos cachorros ya fueron adoptados, que solo esperan un hogar permanente para ellas, o Lanudo, un viejito ovejero de ocho años que también fue atropellado y ahora es el más amoroso del recinto.
Como ellos, varios peluditos con historias similares están listos para dar todo su amor perruno a una nueva familia humana.
Para apoyar su proceso de adopción, el equipo médico del Instituto de Bienestar Animal (IBA) desparasitó y vacunó contra la rabia a los cuarenta perros, entre adultos y cachorros, del albergue.
El refugio lleva más de un año rescatando a los peluditos de las calles y, con apoyo del IBA, realiza una noble labor no solo para ayudarles a recuperar su salud física y sanarlos de sus miedos y sufrimiento, sino, además, encontrándoles una familia humana que les brinde una segunda oportunidad.
Si quieres abrir tu casa y corazón a uno de ellos, comunícate a los teléfonos 7900-9146 y 7900-6926, de la Unidad de Adopciones del IBA, y cambia tu vida y la de ellos para siempre.
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