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Dieta BARF: ¿Qué mitos hay sobre ella?

En los últimos años la dieta BARF (Biologically Appropiate Raw Food o comida cruda biológicamente apropiada) ha tomado relevancia por la peculiar forma de servir los alimentos a los animales de compañía. Muchos videos en redes sociales atraen por cómo las mascotas, sobre todo los perritos, aparecen comiendo, con mucho ánimo, comida estrictamente cruda.

Pero esa tendencia que seduce a muchos propietarios de animales tiene poco respaldo científico y, para muchos veterinarios, es un régimen alimenticio que puede desencadenar diversas enfermedades en los perros y gatos domésticos; una visión muy distante de los beneficios que exaltan de ella, como: reforzar el sistema inmune, mejorar la salud de los dientes, la piel y el tracto intestinal o, incluso, la reducción del riesgo de cáncer.

El médico veterinario del Instituto de Bienestar Animal Federico Escobar indicó que esta dieta no siempre es recomendada por un especialista en especies menores porque existe un alto riesgo de padecer una enfermedad nutricional o gastrointestinal.

“La mayoría de las veces se sirve proteínas (carnes o vísceras) crudas de procedencia desconocida. No todos los propietarios tienen la calidad económica de comprar proteína animal -ya sea pollo, res o cerdo- de los lugares con altos estándares de inocuidad, o compran en lugares donde no siempre se respeta la inocuidad de los alimentos, ya ni se diga de las condiciones en los mercados”, indicó el veterinario de la Unidad de Animales de Compañía del IBA.

Sumado a la higiene está también el aspecto nutricional. Los aspectos más relevantes de esta dieta en cuanto a la salud son ciertos beneficios en la flora intestinal y la calidad de las heces; Escobar, por su parte, considera que este régimen alimenticio no proporciona todos las “proteínas, grasas, aminoácidos, nutrientes, minerales, vitaminas, probióticos que puede contener un grano de concentrado” para perritos o gatos.

A consecuencia de esta ingesta de alimentos crudos, Escobar indicó que las mascotas podían padecer diarreas (algunas mecánicas), vómitos, falta de apetito, sobre todo cuando no ha habido una transición paulatina en la incorporación de este tipo de comida ni en la ración de ella.

Cuando el peludo presente una de estas afecciones y su alimentación esté basada en la dieta BARF, el veterinario del IBA recomienda llevar a la mascota a un centro médico veterinario para ser atendido. “Siempre hay que comentarle al veterinario el tipo de dieta que inició, buscar la ayuda de un profesional y rectificar las complicaciones”, subrayó Escobar.

MITOVERDAD
Mayor nutriciónEl Colegio Americano de Nutrición Veterinaria señala en distintos estudios que los animales alimentados con dieta BARF padecen importantes déficits nutricionales, ya que este tipo de dietas no suelen estar bien balanceadas.
Pelaje más brillanteSe debe al alto contenido en grasas de la dieta, que puede causar alteraciones gastrointestinales e incrementar el riesgo de obesidad.
Metabolismo adaptadoEl médico Federico Escobar señaló que cuando los animales no estaban domesticados podían comer así; ahora su metabolismo y digestión ha evolucionado por lo que no es recomendable.
Fortalece las piezas dentalesEsta dieta incluye huesos de distintos tipos y tamaños. El experto Escobar indica que este tipo de alimento puede provocar fracturas de piezas dentales, perforación de paladar, estreñimiento u obstrucción intestinal.